miércoles, 15 de abril de 2009

REGLAS... ¿Que sería de nosotros si ellas?


regla.
(Del lat. regŭla).
1. f. Instrumento de madera, metal u otra materia rígida, por lo común de poco grueso y de forma rectangular, que sirve principalmente para trazar líneas rectas, o para medir la distancia entre dos puntos.
2. f. Aquello que ha de cumplirse por estar así convenido por una colectividad.
3. f. Conjunto de preceptos fundamentales que debe observar una orden religiosa.
4. f. Estatuto, constitución o modo de ejecutar algo.
5. f. En las ciencias o artes, precepto, principio o máxima.
6. f. Razón que debe servir de medida y a que se han de ajustar las acciones para que resulten rectas.
7. f. Moderación, templanza, medida, tasa.



“Ninguna disciplina parece por el presente ser cosa de gozo, sino penosa; sin embargo, después, a los que han sido entrenados por ella, da fruto pacífico, a saber, justicia.” (HEBREOS 12:11.)
REMÓNTESE a los días de su infancia. ¿Puede recordar la disciplina que recibió de sus padres? La mayoría de nosotros podemos. Al comentar sobre la disciplina que viene de Dios, el apóstol Pablo usa como ilustración la disciplina dada por los padres, como podemos leer en Hebreos 12:9-11.
La disciplina paternal de Dios, que puede afectar nuestra vida espiritual, puede tomar muchas formas. Una es su arreglo de excluir de la congregación cristiana a la persona que ya no desea vivir en armonía con las normas de Dios, o que rehúsa hacerlo. Puede que la persona a quien se castigue o discipline vigorosamente así se arrepienta y se vuelva de su proceder. Mientras tanto, también se disciplina a la congregación de los leales, pues aprenden la importancia de ajustarse a las normas elevadas de Dios. (1 Timoteo 1:20.)
Puede que alguien pregunte: ‘Pero ¿no es una medida severa expulsar a alguien y luego rehusar hablarle?’. Un punto de vista como ese surgió en un litigio reciente que implicó a cierta persona, una mujer, que fue criada por padres que eran testigos de Jehová. Sus padres habían sido expulsados. Ella no fue expulsada, pero voluntariamente se desasoció de la congregación escribiendo una carta a ese respecto. Por consiguiente, a la congregación sencillamente se le informó que ella ya no era testigo de Jehová. Ella se mudó a otro lugar, pero años después regresó y descubrió que los Testigos locales no querían conversar con ella. Por eso, llevó el asunto a un tribunal. ¿Cuál fue el fallo del tribunal, y qué efecto pudiera tener en usted? Para entender bien esto, veamos lo que la Biblia dice acerca de la expulsión, un asunto relacionado.


Publicado en La Atalaya del 15 de abril de 1988


REALMENTE ES UNA BENDICION LA PROTECCION QUE BRINDA JEHOVÁ A SU PUEBLO, ENTRE MÁS LO CONOZCO MÁS ME AGRADA Y MÁS LE AMO.

EL ESTUDIO DEL LIBRO ¨ AMOR DE DIOS ¨ ES EXELENTE.

3 comentarios:

  1. Hola Gena, a mí también me parece que el libro "Amor de Dios", llega en el momento adecuado.

    He hallado en sus páginas, explicaciones muy sencillas y consejos muy realistas para los problemas actuales.

    Un saludo

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  2. No se si te llegó el comentario anterior q te hice , es q justo Blogger hizo un paron, bueno en ese comentario te decia que aunq a veces es dificil seguir las reglas sobre expulsion y mas si tiene q ver con un miembro de la familia, en mi caso mi hermano esta desasociado, pero como todo lo q Jehová nos manda es para nuestro bien y el de la persona expulsada. A nosotros nos protege y a ellos les hace ver en q camino andar, pero no cierra las puertas sino q a todo el q se da cuenta de sus malos pasos los recibe con un abrazo , como el padre del hijo prodigo. Así debemos abrir nuestros tiernos cariños por los q son restablecidos, en imitacion de El.

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  3. HEY! SI DEBE SER MUY DURA ESA SITUACION ESTHER. PERO BIEN DICES ES PARA BIEN DE TUHERMANO.

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